La emigración

Carta de un niño a su papá emigrante.

Querido papá:

hoy he tenido un sueño,

era tan grato y tan pleno

que te vi en nuestra casa

con mamá y los pequeños.

Jugábamos todos juntos,

la risa era el pan tierno

que tú nos lo repartías

y daba gusto comerlo.

Estaban también en casa

los tíos y los abuelos

haciéndonos carantoñas

para siempre distraernos.

Cuando desperté y vi

que todo había sido un sueño

oí llorar a mamá

que te nombra con empeño.

No te olvides de nosotros

confírmanos pronto el regreso

tú mi papá tan querido,

cariñoso y tan bueno.

Deseamos pronto verte,

los días se hacen eternos

y si tú estuvieras aquí

me sentiría contento.

Te quiero, papi, te quiero.