Ya escucha el fondo las risas del palmeral.
Como reguero de ninfas en busca del arroyuelo
aireando los misterios que el viento les fue a contar.
Y van bajando en cascada sus estilosas siluetas
que el aire cimbrea con celo.
Camino de las vaguadas van en busca del barranco,
van a contarle secretos que luego el cauce no guarda.
Y es que siempre las agüitas se lo llevan todo al mar.
No ven que hasta el cielo acecha desconcertado.
Seguro se va a chivar.
Palmeras en pos del agua que el barranco acuna,
donde la luz reverbera y hace guiños
cuando se puede colar entre las ramas,
para arreglarse los brillos.
Antes de pisar la playa, quiere estar acicalada.
© Mª Cristina García