¿Hay que tener un motivo para besar, o sencillamente se siente y se besa?
Besemos todo lo que podamos con la dulzura de nuestras emociones, besemos estando dispuestos a morir, pero si un instante después llegara ese beso a su fin, continuemos besando las siguientes oportunidades…
FRISO DEL BESO
Con una tranquilidad intermitente,
nuestro aliento recorre el llano
de los anchos atardeceres,
y como en un galope de potros jóvenes,
lanzados en estampida sobre un campo de nubes,
se unen nuestros labios
de llamas vacilantes
con un eco sonoro y gastado,
con su crepitar danzante,
que cae de pronto diluido
en nuestros deseos que sueñan
sobre un paraje de dedos cuajados de anhelos,
atravesando juntos un sendero
de húmeda piel y sensaciones.
Con el movimiento de la ola
y el estallido que surge en esos momentos,
en los que hasta el tiempo se desvanece;
olvidándonos, abrazándonos,
a solas con nosotros y nuestros,
levantamos un telón de tormentas a raudales
que yacían en los labios casi dormidos,
dejando correr expectantes
una larga jornada de manos apretujadas,
y silencios murmurantes,
de respiraciones entrecortadas,
y miradas libres, sinceras, encendidas…
Dejando fluir interminable
la vida en nuestros labios.
Del poemario VENUS REGRESA CONTIGO. (Poemas adolescentes)
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