Hay muchas personas que piensan que ser positivo es poco menos que lo contrario de ser realista. Sin embargo, tener una mente positiva no significa que se ignoren los elementos menos agradables de la vida. Tampoco consiste en ponerse unas gafas con cristales color rosa que camuflen las miserias humanas. Cuando alguien es de naturaleza positiva, lo que hace, entre otras cosas, es poner en práctica lo que aconseja un viejo proverbio que reza: “espera lo mejor, prepárate para lo peor y gestiona lo que venga”. Es decir, no deberíamos ignorar las situaciones negativas que puedan acontecer, es más, tener información sobre ellas ayudará a sobrellevarlas en el caso de que ocurran, pero lo que no es aconsejable es emplear demasiado tiempo pensando en ellas ni ocuparse exclusivamente de estos aspectos.
Por otra parte y aunque es difícil de comprobar, la mayoría de los científicos coinciden en que los beneficios que el pensamiento positivo puede tener en nuestra salud son muchísimos. Según lo escrito por el personal de la Clínica Mayo en su página web (https://www.mayoclinic.org), estas serían algunas de esas ventajas :
- Aumento de la expectativa de vida
- Tasas más bajas de depresión
- Niveles más bajos de sufrimiento emocional y dolor
- Mayor resistencia a las enfermedades
- Mayor bienestar psicológico y físico
- Mejor salud cardiovascular
- Mejor capacidad de afrontar una situación difícil durante las dificultades y los momentos de estrés
Aunque solo sea “por si tienen razón”, creo que merece la pena probar a cambiar un poco y podríamos empezar por crear nuevos hábitos. Esto se hace con tiempo y práctica, por eso, les voy a proponer una serie de ejercicios para entrenar nuestra parte positiva del cerebro.
Aquí va el primero: Cada día, al acostarte, escribe dos o tres cosas “buenas” que te hayan sucedido a lo largo de la jornada.
Haz esto durante al menos dos semanas. Es preferible utilizar lápiz y papel, pero también puedes anotarlo en el móvil si te resulta más cómodo. Habrá días en los que el ejercicio será muy fácil de realizar, pero también los habrá en los que nos resulte muy complicado. En esos momentos acuérdate de que el simple hecho de estar vivo ya es algo positivo o de que hay cosas maravillosas en nuestra vida a las que nos hemos acostumbrado y a las no damos el valor que se merecen. Tu tarea consistirá en redescubrirlas y ponerlas por escrito.
En la próxima entrega de esta sección les seguiré proponiendo más ejercicios para entrenar nuestra positividad. Mientras tanto, les dejo un poema del argentino Roberto Juarroz que ilustra la idea de que no estamos solos en nada de lo que hacemos, como tampoco lo estamos en la búsqueda de las cosas buenas, por muy difícil que sea.
Levantar el papel donde escribimos
y revisar mejor debajo
Levantar cada palabra que encontramos
y examinar mejor debajo
Levantar cada hombre
y observar mejor debajo
Levantar a la muerte
y escudriñar mejor debajo
Y si miramos bien
siempre hallaremos otra huella.
No servirá para poner el pie
ni para aposentar el pensamiento
pero ella nos probará
que alguien más ha pasado por aquí.
Roberto Juarroz