Para hablar de la historia músico folclórica de la Villa de San Sebastián de La Gomera en cuanto a agrupaciones folclóricas se refiere, colectivo que baila, toca y canta; tendríamos que viajar en el tiempo e irnos más de 70 años atrás y situarnos a mediados de la década de los años 50 del pasado siglo para ver el nacimiento del primer grupo formalizado bajo la doctrina de la Sección Femenina.
Este grupo se fraguó tras la toma de contacto de Pilar Padilla, presidenta de la Sección Femenina en San Sebastián, con la joven villera Candelaria Mesa, con el objetivo de que dirigiera dicho colectivo, el cual se denominó "Coros y Danzas de San Sebastián de La Gomera”.
Esta agrupación coincidió en su nacimiento con otro de los grupos más importantes de la historia del folclore de Canarias, estamos hablando de la agrupación Coros y Danzas de Hermigua y Agulo, capitaneado por Lilí Ascanio Ascanio. Como no podía ser de otra manera la rivalidad entre ambos colectivos era más que palpable, estampa usual de la época. Ambas agrupaciones tenían un repertorio muy peculiar y similar tanto de cuerda como de tambor, cabe apuntar que Lilí pasaba muchas temporadas de larga duración en la Villa en casa de sus tías, donde aprendió los pasos del baile del tambor en mosaico; ella misma ha reconocido que le costó bastante aprender los pasos de este baile.
El repertorio del grupo villero era muy peculiar ya que el folclore de cuerda jugaba un papel fundamental junto al de tambor. Los temas musicales eran folías, isas y malagueñas que fueron enseñados por Juana Armas, conocida popularmente como “La Barbera” y que pertenecía a la parranda “Los Barberos”, saga familiar bastante destacada que animaba los bailes de sociedades de antaño. Isabel Arteaga les enseñó seguidillas, jota gomera y los aires de Lima; estos últimos, según apunta Candelaria Mesa en una entrevista concedida a Entre Chácaras y Tambores: “los aires de lima es una canción muy antigua que gustaba mucho al público ya que eran muy picarones para esa época”; el baile del tambor fue transmitido por “Chita Méndez”. Por todo lo enumerado anteriormente podríamos decir que el repertorio de Coros y Danzas de San Sebastián estaba conformado por estos 7 temas.
Este grupo tuvo durante los años que duró su actividad varios emplazamientos para ensayar, empezaron en el muelle de San Sebastián y años después pasaron por el grupo escolar viejo y por el patio del antiguo Cabildo de La Gomera, sito en la calle Real. Los ensayos eran generalmente 2 veces por semana pero cuando había actuaciones importantes ensayaban todo los días.
La plantilla de esta agrupación era mixta, conformada por unos 30 componentes que quedaban distribuidos de la siguiente forma; 6 parejas de baile, 6 tocadores de instrumentos de cuerda, 2 cantadores, 4 tocadores de tambor y 4 tocadores de chácaras. Los componentes pertenecían a San Sebastián de La Gomera y a los pagos norteños de Los Aceviños, Las Rosas, El Cedro, etc.
Folcloristas bastantes destacados acompañaron a Candelaria Mesa en distintas épocas en las que duró la singladura del grupo, como fueron; María Lucía Martín, Guadalupe Armas, Manolo Lino, Lorenza Arteaga, Juan Evaristo Armas, Domingo Jerez, Lolo Arteaga y Juan José Arteaga; estos dos últimos también pasaron por Iballa, y siguen aún en activo en la agrupación por antonomasia de Sebastián de La Gomera de la cual fueron fundadores, a día de hoy aún siguen cantando y mostrando el estilo de la vieja escuela en la A.F. Hautacuperche.
La vestimenta que llevaban en sus actuaciones era la que se conoce como la típica de La Gomera, que fue confeccionada con lana de oveja traída desde La Palma.
Componentes que la vistieron afirman que era una ropa que picaba mucho además de muy calurosa, sobre todo la de los hombres por ser de lana pura.
El ámbito de actuaciones de este grupo fue a nivel regional, actuaron en casi todos los rincones de La Gomera llegando actuar para los Reyes de España en dos ocasiones; actuaron también en las fiestas lustrales de La Palma, en la isla de Tenerife en el festival y romería en honor a San Benito Abad en La Laguna, en el Puerto de La Cruz, en las fiestas de mayo de Santa Cruz de Tenerife, en Gran Canaria en las fiestas de El Pino en Teror, en el parque Doramas en Las Palmas de Gran Canaria, etc…
Otra de las agrupaciones que dio mucho que hablar fue la recordada y añorada Iballa, fundada por la saga familiar de los Arteaga y conocida popular y cariñosamente en San Sebastián por “Los Marrias”.
El nombre escogido para esta agrupación tiene una vinculación directa con los antiguos gomeros que habitaron la isla. Iballa fue una indígena de La Gomera amante del señor territorial de la isla, Hernán Peraza el Joven, y una de las protagonistas del episodio histórico conocido como «la rebelión de los gomeros» de 1488, durante el cual los indígenas dan muerte a Peraza.
Esta agrupación comenzó su actividad en 1964, pero no fue hasta finales de la década de los años 60 del siglo XX cuando se afianzó y saltó al estrellato. Tras afianzarse cabe destacar las actuaciones realizadas en las fiestas lustrales en honor a la Virgen de Guadalupe en 1973, que coincidió con la coronación de la morenita de Puntallana.
Pudieron actuar en 1974 en las fiestas de mayo de Santa Cruz de Tenerife, festival en el que se encontraban las agrupaciones más importantes de la época. La pequeña pantalla también se hizo eco del buen hacer de la A.F. Iballa, hace unos 6 meses el programa de TVEC Tenderete recordaba a este grupo que salió en la pantalla en 1983, pudiendo disfrutar del baile del tambor romanceado por María Lucía Martín, una de las mejores cantadoras que ha dado la Villa; el segundo tema fue unas malagueñas típicas de La Gomera donde se puede ver el buen hacer de María Lucía y de Francisco Padilla, que falleció con poco más de medio siglo de vida tras una grave enfermedad.
Hoy día dos miembros de la saga familiar de “Los Marrias” siguen vinculados a la música, hablamos de Fortunato y Ramón Arteaga, hermanos y miembros actuales de la Parranda Chigadá.
Una de las personalidades más importantes en cuanto a movimientos culturales y nacimiento de grupos musicales se refiere en San Sebastián de La Gomera, es Manuel Armas Herrera conocido popularmente como “Manolo Lino”; él fue el director de una agrupación que nacía en el año 1988 bajo la denominación de A.F. Ipalán, nombre que daban los antiguos gumeritas a una de las cuatro divisiones que tenía la isla de Ghomara, más concretamente la zona geográfica que ocupa hoy día la capital de la isla.
Este colectivo surge con el principal objetivo de poner de manifiesto el folclore de la villa y para que San Sebastián tuviese una agrupación tradicional, puesto que no contaba con ninguna en ese momento.
Este grupo presidido por Francisco Vera, el cual no participaba en la actividad folclórica del grupo encargándose exclusivamente de su parte administrativa, no por ello dejando de ser un admirador del folclore y las tradiciones, aglutinó en sus filas más de 40 miembros entre hombres y mujeres que se distribuían en canto, toque y baile; algunos de ellos ya habían pasado por la sección femenina, por Iballa, por la rondalla de carnaval “Los farfulleros”, etc.., dichos componentes aportaron al joven grupo experiencia y calidad, cualidades que hicieron que se acoplaran rápidamente y con muy buen hacer, de hecho participaron en un festival folclórico celebrado en las Fiestas Lustrales en el mismo año de su fundación donde coincidieron junto al mítico grupo de Coros y Danzas de Hermigua y Agulo, dicho acto se celebró en la plaza de Las Américas recibiendo la A.F. Ipalán una gran ovación por parte de los asistentes que abarrotaron dicho emplazamiento.
Actuaciones a nivel insular por muchos rincones de La Gomera era su actividad cotidiana, pero aunque no tuvieron de vida más de 4 años al poco tiempo de fundarse pudieron viajar a Tenerife, al municipio de Arona en su parte turística de Los Cristianos, para actuar en un festival nacional que aglutinó grupos de todas las islas y varios de ámbito nacional; las fiestas cuatrienales de la Bajada de la Virgen de Los Reyes de El Hierro en 1989 también contaron con la participación del novel grupo gomero.
La A.F. Ipalán salió a escena con una vestimenta nunca antes vista por la sociedad gomera, la cual fue sacada de una obra pictórica, lo que aportó al grupo un grado de particularidad y que además fue un claro revulsivo en cuanto a vestimenta se refiere.
Tras conocer brevemente estos tres colectivos que marcaron un antes y un después dentro del folclore que se interpretaba en el epicentro de la Villa de San Sebastián de La Gomera, llego a la conclusión de que estas tres agrupaciones tuvieron un común denominador, el repertorio que interpretaban, aunque fueron de épocas diferentes gracias a que compartieron componentes tanto en el baile como en el toque y en el canto, los temas no sufrieron modificaciones notables conservándose así hasta la actualidad.
La vestimenta que portaban para sus actuaciones tanto Coros y Danzas de San Sebastián de La Gomera como la A.F. Iballa, era la que se conoce como la ropa típica de la Villa, trajes beige para los hombres y faldas azules para las mujeres con las flores amarillas bordadas en ellas. La excepción de la vestimenta la ofrece la A.F Ipalán que vestía los atuendos que el pintor gomero José Aguiar García plasmó en la pintura bajo el sobrenombre “Romería de San Juan”, que los expertos catalogan como la obra predilecta de su primera etapa. Dicho cuadro se puede encontrar en el salón de Plenos del Cabildo de La Gomera; como anécdota cabe apuntar el gran revuelo que se formó en la sociedad de aquella época cuando vieron a la A.F. Ipalán con las vestimentas de la pintura, sobre todo las que portaban las mujeres, ya que fue un hecho sin precedentes.
Como reflexión final después de las investigaciones realizadas no tengo la absoluta certeza de que no coincidieran en su actividad folclórica Coros y Danzas de San Sebastián de La Gomera, Iballa e Ipalán.
Debo destacar que la existencia de estos tres colectivos si fue coincidente fue por un pequeño período de tiempo, todo apunta que la desaparición de uno abogaba al nacimiento del otro, ya que el paso de los mismos componentes por los diferentes grupos respalda y hace que la teoría anteriormente expuesta tome fuerza, y me lleve a reafirmar que tras la coincidencia de los tres grupos en la fisonomía y el repertorio hasta principios de la década de los años 90 del pasado siglo XX, haga que llegue a la clara conclusión de que el folclore es del pueblo, y me venga a la mente lo que leí cuando empecé a estudiar el folclore y que decía así; “La cultura tradicional es patrimonio de todos los pueblos. Hacemos uso de esta cultura pero no pertenece a nadie en particular. De la misma forma que nosotros la hemos heredado de nuestros antepasados tenemos el deber de legarla a nuestros sucesores, somos el eslabón imprescindible que hace que la cadena no se rompa. Caeríamos en una grave responsabilidad histórica si dejásemos acabar lo que desde siglos ha sido signo de identidad, esencia cultural, forma de ser y rasgos diferenciadores de nuestro pueblo. Cualquier persona que se sienta identificada con nuestras raíces y con nuestra cultura popular debe formar parte de esa cadena”. Sin duda alguna, así ha sido en la historia del folclore tradicional de San Sebastián de La Gomera.
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