Principiamos cada año, con la buena y sana intención de seguir bregando en el mundo de las tradiciones, que tanto me enamora y seduce. Es un mundo en el que se dan la mano el pasado con el futuro, combinando con todas aquellas experiencias vitales del ser humano. Es la unión de lo religioso y lo pagano del canario; y en esta tierra, sabemos mucho de eso.
Con el devenir de los años y estudios como Maestro, Pedagogo y Profesor de música y Folclore; hice un homenaje a esa extraña relación entre el Folclore musical y mi vida, y le puse al primer disco en el que me embarque apenas con 18 años,(ya son algunos años y discos más…) de producción propia con el grupo que dirigía (Itahisa, pa´más señas y Acentejo el Estudio de Grabación, con el amigo Juan Pedro), el nombre de: “Encuentros con mi Folclore”, intentando explicar esa relación en la que no sabía si era yo o el Folclore, el que nos habíamos escogido, el “uno al otro”, o el “otro al uno”. Difícil diatriba.
Y alguna vez, he intentado explicar los giros y sorpresas que nos da la Vida, que de pequeño me hacían observar y mirar con curiosidad, aquellos “casetes”, que había en las entradas de los guachinches (regresábamos de ver a mis abuelos de la Orotava, y alguna vez, la familia recalaba allí); y miraba a:Olga Ramos y los Zebenzui, “El Trío Acaymo”con Olga Benavente y Jose Luis y Aquilino. “Tita y los Rodríguez de Milán”, “La Dama del Folclore, María Mérida”, “África Alonso” etc. con una sorpresa y un regocijo especial. Y años más tarde, tengo la suerte y el lujo de compartir amistad, escenario y afectos, con esos grandes músicos y excepcionales personas, que se han dejado y dejan, la vida en los escenarios y en los salones de ensayo y las aulas de enseñanza.
Y esto es un homenaje a tantas personas que han hecho posible que el Folclore Canario, sea en la actualidad, bandera de esas “Músicas del Mundo”, que recorren los confines de la tierra dejando una impronta de sentimiento, raza y Canariedad. A aquel profesor que apenas siendo yo, un chiquillo chico, me dio clases en La Cuesta, Don Felipe (años más tarde lo encontré, siendo ya un hombre, mientras comía con mis padres, en un guachinche de Tacoronte, con su coche antiguo impecable y se acordaba de mí y de mis “furrungeos” del timple de 4 y 5 cuerdas). A Don Santiago Padilla, gomero de pro, de Playa Santiago, maestro y músico, que me dio clases en el Colegio, y con el que grabé mi primera cinta de casete, a los 7 años. Con él y su buen hacer, fui en reyes, al Parque García Sanabria, a aquellas recogidas de juguetes, que llenaban todo de música e ilusión. Todo un maestro a la antigua usanza, y un personaje lleno de música, docencia en su estado natural y sabiduría.
A Don Manuel Vera, con el que tuve el honor de fundar Aythami en la Casa de Venezuela (y no quiero dejar de nombrar a Antonio Díaz, bailador y Alma Mater de ese gran colectivo)... y con el que años después fundamos Tajaraste y compartimos escenarios por medio mundo.
Sin duda, me dejo atrás a muchas personas; pero es indudable que el tesón y el esfuerzo de mantener y sostener las tradiciones musicales y etnográficas de un pueblo cómo el Canario, es un trabajo arduo, y se merece el mayor reconocimiento y homenaje. Labor compleja y llena de amor y sin medida. Tita, María Mérida, Mari Carmen González, Olga Benavente, Olga Ramos, nuestra querida y desaparecida Lili Ascanio, Don Isidro Ortiz, Dámaso Rodríguez, Eusebio Cabrera, Sito Mesa, Ramón Padrón, del Hierro, recientemente desaparecido; y tantos “hacedores de cultura y tradición en todas las islas”
Y que sirva mi más sentido homenaje a músicos, folcloristas y bailadores, que han sembrado y siembran nuestra vida de música y cultura, y que si bien está conocer las “Músicas del Mundo”, no podíamos menos, que adentrarnos y empezar por algo tan entrañable y querido, cómo la nuestra. Tenemos un año lleno de Romerías, folclore en estado puro y Rogativas, cómo la reciente de Arona, en la que se sigue “orando en malagueña” para que la lluvia y la salud nos acompañen.
Y a por este presente y futuro inmediato, lleno de voces, músicos y bailadores comprometidos y excepcionales, cuya labor es la más difícil:
SEMBRAR Y COSECHAR CULTURA.
Un fuerte Abrazo para todos, y un beso a tantas
mujeres Canarias, que llenan nuestra tradición.
¡¡¡Dios me los, guarde, con Dios…!!!
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