La noche bajo las estrellas,
me iré de pesca bajo la luna aquella,
me da luz fresca.
La cosa está fea,
lluvias y centellas,
donde lleva aquella pea
no es una caza,
es una pesca en las costas de Marsella.
Ya llega la media noche
con alegrías y reproches.
La botella la olvidé tras agarrar el coche.
Le pidió la luna a la noche,
ánimo para seguir viviendo,
tiempo para cerrar el broche,
y duración para continuar produciendo.
Para la casa vamos todos
después de la pesca fresca,
tras olvidar la red del arcángel,
no de caza, sino de pesca.
Muchos peces a granel.
Una vez que el pez cae en la red,
hay que poner el sartén a hervir,
con aceite y sal ardiendo,
continuar hasta la madrugada bebiendo,
y luego con limón comiendo.
Las Cartas ya están echadas,
tras la noche aquella,
los resultados muy destacados,
comer era necesario
al lado de una doncella.
Ya se fue la noche
tras todo un derroche,
estuvo bien el trasnoche
de una velada de reproche.
Picaresca fue toda la noche,
música, baile y paella,
hasta se acabó la botella,
yo me lleve a la Doncella
y acabamos en el coche.