Las musas me han dictado un poema
con palabras que tocan el alma.
Pero, se han disuelto en la niebla
¿Cómo recuperarlas?
Venían cargadas de otra luz
otros colores…
Tal vez las susurraron
para luego llevarlas
hacia los corazones
que las necesitaran.
¡No puedo recordarlas!
Perdidos, resquebrajados,
se quedan los versos
después de pensarlos.
Al descorrer los velos de lo imposible
la ansiedad retorna al punto de partida.
El sentimiento llora hacia adentro
aunque afuera permanece
la calidez de la sonrisa.
Dentro de la luz no existe escapatoria,
las sombras que perfilan las letras
se han disuelto.
La lluvia que lloro
forma un arco iris
más allá de este espacio
de papel y pluma.